
Se caracterizò por su trato amable y cordial, hombre de grandes y reconocidos talentos musicales.
En su corto paso por nuestra Parroquia de Altagracia formó un coro que animaba las Misas de aguinaldos y todo tipo de celebración, sus villancicos españoles los enseñaba con mucho amor, aún recordamos su querido Vicentillo, Campana sobre campana, Fun, Fun, Fun y pueblo mío, y Canta Jerusalén en las fiestas cuaresmales.
Gracias por todas tus enseñazas y junto a Carmelo y Adolfo bendice nuestro camino de franciscanos seglares y desde el cielo no te canses de afinar nuestras vidas cuando la rutina, el cansancio, o las sombras de la vida aparezcan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te retires sin dejar tu opinión