Saludamos a todos nuestros hermanos con alegría por el nacimiento del Señor, que resuene en todas partes que Jesús Niño está entre nosotros, en nuestra vida, en nuestras fraternidades, que viene para mostrarnos el camino para que seamos más hermanos, más cercanos, más solidarios los unos con los otros.
Jesús nace, ya no hay tristeza, que en nuestras fraternidades brote un Paz y Bien que lo hagamos vida en el día a día, así seremos auténticos hijos de Francisco al tener en nuestra vida y en nuestro corazón los mismos sentimientos que embargaban a Francisco por el Misterio de la Natividad del Señor.
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