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Nazareno de Los Rastrojos |
Como todos los años se realizó el viernes de concilio, 22 de marzo de 2013, el Vía Crucis de la Arquidiócesis de Barquisimeto promoviendo en esta ocasión el plan de Renovación Pastoral, y la celebración del Año Jubilar del Sesquicentenario de la Creación de la Diócesis, y en el marco de la celebración del año de la fe, para que podamos recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasión el presente y abrirnos con confianza al futuro (Novo Millennio Ineunte
El Vía Crucis partió de la parroquia San Pablo de la Cruz en la avenida Venezuela y culminó en la Santa Iglesia Catedral de la ciudad de Barquisimeto.
El Vía Crucis partió de la parroquia San Pablo de la Cruz en la avenida Venezuela y culminó en la Santa Iglesia Catedral de la ciudad de Barquisimeto.
La Orden Franciscana Seglar, participó en la 1ra estación, PILATOS CONDENA A MUERTE A JESUS, al formar parte de la Pastoral de Medios de la Arquidiócesis. Asistieron los hermanos Ángela de Campos, Lucy de Quiroga, Hugo Quiroga, Marcial Lucena y Giovanny Ortiz.
La Introducción al Vía crucis fue la siguiente:
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Hemos iniciado el Año de la FE donde se nos pide a todos los cristianos católicos “renovar nuestra experiencia de Dios”, a través de la escucha de la Palabra revelada, la participación en los sacramentos de vida, el ejercicio y compromiso de la Caridad Fraterna; tres aspecto de un único núcleo, el amor en la verdad.
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Hemos iniciado el Año de la FE donde se nos pide a todos los cristianos católicos “renovar nuestra experiencia de Dios”, a través de la escucha de la Palabra revelada, la participación en los sacramentos de vida, el ejercicio y compromiso de la Caridad Fraterna; tres aspecto de un único núcleo, el amor en la verdad.
Una de las acciones que distingue a los creyentes es socorrer a los desvalidos, a los enfermos, a los que no se pueden valer por sí mismos. El texto de las Bienaventuranzas (Mt 5,3-12) y del samaritano (Lc 10, 25-37) nos deben inspirar para estar siempre atentos a la solicitud del otro, especialmente “la solidaridad con los pobres y su promoción integral” (DA 545).
La promoción del Derecho Humano a la Salud y la atención de nuestros enfermos y enfermas, nos interpelan en la realidad actual de nuestro país, que durante varios años ha llevado programas sociales para la atención comunitaria a la salud, pero no han tenido, estructuralmente, los resultados deseados, a pesar de que existan.
Desde la fe debemos comprometernos todos en las diversas comunidades para el ejercicio profético, de denuncia y anuncio, asumiendo esta problemática como propia, siempre teniendo la mirada confiada en Jesucristo que “siendo rico, eligió ser pobre por nosotros” (cf 2 Co 8,9)
Animamos a todos los cristianos católicos de Venezuela a asumir la XXXIII Campaña Compartir, desde este Vía Crucis con esperanza y realismo ante el reto que se nos propone: ser discípulos misioneros en la Pastoral de la Salud para que nuestros pueblos tengan vida y vida en abundancia (cf Jn 10,10)
Damos gracias al Señor por esta convocatoria del Año de la Fe y por la proclamación del Año Jubilar Arquidiocesano, para que podamos recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasión el presente y abrirnos con confianza al futuro (Novo Millennio Ineunte 1). Señor haz que durante este tiempo de cuaresma, nuestra arquidiócesis crezca en la caridad hacia todos nuestros enfermos que manifiestan el rostro sufriente de Cristo.
Queridos hermanos, al meditar las escenas de la Pasión, podemos fijar la atención en Jesús y en el amor con que abrazó tantos sufrimientos por nosotros. Fácil será así que al final de cada estación salga espontánea de nuestro interior la palabra GRACIAS, dicha con todo el corazón.
Pero podemos mirar también con provecho el resto de los personajes que van entrando en escena, y que pueden servirnos de espejo. También eso puede ayudarnos a conocer nuestras actitudes de pecado, para pedir perdón y corregirlas, y a descubrir nuevas posibilidades de virtud y generosidad.
Virgen María enséñanos y ayúdanos a seguir de cerca a Jesús, como le seguiste Tú, camino de la Cruz.
Virgen María enséñanos y ayúdanos a seguir de cerca a Jesús, como le seguiste Tú, camino de la Cruz.



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