Quiero compartir este artículo, que apareció en el mes de enero 2010 en la revista "El Mensajero Seráfico", ya que no todos tenemos acceso a la misma. Es escrito por nuestro hermano, Valentín Martín, dedicado a la vida y obra de fray Juan Francisco Santos.
HNO. JUAN FRANCISCO SANTOS GUTIERREZ,
EI próximo año se cumplen cincuenta años de la entrada de los capuchinos en la región de los indios motilones en la selva venezolana fronteriza con Colombia. Por alli andan hoy los guerrilleros colombianos, pero por los años de 1960 solamente habia penetración por el lado venezolano: a sangre y fuego por parte de los hacendados de la región de Perijá y pacificamente por parte de los misioneros Capuchinos afincados desde 1945 en la zona indigena yucpa de los margenes del río Tukuku.
En esos quince años los capuchinos se fueron pasando el testigo de abanderado de manos de Cesareo de Armellada a Saturnino de Villaverde y a Adolfo de Villamañán. Este tenia otros tres hermanos capuchinos y el menor de ellos, nuestro herrmana Juan Francisco, a la sazón estaba en Machiques, sede central de la Misión. Cuando Adolfo mandó un radiograma anunciando su internada en la selva, desde Machiques fletaron un helic6ptero en el que iban dos misioneros que desde el aire confirmaron la dirección exacta a los de tierra y fueron a posarse en un bohio más lejano. EI helicoptero regresó a Machiques para recoger a nuestro Juan Francisco que pasó por el bohio de los de tierra y les trasladó al más lejano donde se quedó a pernoctar junto a otros dos misioneros con el sobresalto por cobertor.
Este puede ser el episodio cumbre de la vida de nuestro hermano Juan Francisco, nacido en el palentino pueblo de Magaz de Pisuerga, hijo de itinerantes padres maestros de pueblo que siguió la estela capuchina de su tio Jaime de La Puebla y sus hermanos Adolfo, Carmelo y Julio. Su naciimiento en 1927 Ie llevó a ingresar en el seminario en la ctapa de reconstrucci6n de este, una vez pasada la contienda del 36. Sus estudios de bachilleerato lIevaron el mismo signo que los primarios: cada año en un sitio: León, Bilbao y EI Pardo. Todo se fue normalizanclo a partir del Noviciado en Bilbao en 1943, su profesi6n en 1944 y su ordenaci6n en Astorga en 1951 a donde se desplazó dessde León, ciudad en la que hizo todos sus estudios sacerdotales.
Estudió filosofia y teologia y, por su cuenta la música, aunque Ie tocara sacrifiicar tiempo libres y rccrcos. Tuvo un buen maestro: el P. Esteban de Cegonal, al que sucedi6 en 1a direcci6n del cora del seminario de EI Pardo y de la escolania de Cuatro Caminos. Pero la música no cerraba su horizonte sacerdotal. Por Veneezuela andaban sus hermanos Adolfo y Carmclo y a ellos se añadió, compartiendo misión con su hermano Adolfo en cl Vicariato de Machiques. Esta pequeiia ciudad de los años sesenta vio cuajar por más de diez años una fecunda labor pastoral del Hno, Juan Francisco (aunque por entonces Ilevaba el nombre de León). Los Cursillos de Cristiandad, que tanto bien han hecho en aquella zona, tuvieron en él a su iniciador y también los primeros pasos conciliares cuyos aires recibi6 de primera mano en la persona de Mons, M. Aurrecoechea a quien despedía y recibía nuestro hermano en cada una de las etapas conciliares.
Después vinieron los aires andinos. Primero en Merida, en la Parroguia de Belén triplicando su labor pastoral con la música y la educación infantil y luego la dióeesis de San Cristobal atendiendo a parroquias consolidadas como san José de Bolívar o fundando nuevas parroquias en las barriaadas de San Cristobal. Este último destino Ie lIevaba a la mesa la sola compañia de la TV. Añoraba a sus hermanos capuchinos y por eso su próximo destino va a ser Caracas, en cualquiera de las tres Iglesias que los capuchinos tienen en la capital venezolana. Valencia o Barquisimeto.
Su figura frágil traspiraba eordialiclad y paz, pero también poca salud. La artrosis paralizaba sus huesos y movimientos, pero no su corazón que se daba de verdad a sus encomendados del presente y a los que habia tratado en el pasado. Y su corazón dijo basta en la mañana del 18 de Nooviembre. Apenas un leve quejido delató el final de una vida de alabanza al Señor durante 82 anos, 66 de ellos como capuchino y 58 en tareas saccrdotales. Los lectores de EI Mensajero han podido gozar de sus eolaboraeiones en los últimos tiempos cuando la imposibilidad de moviimientos no Ie dejaba tiempo para otro tipo de apostolado. Su hoja de servicios también incluye el de fundador dc hojas parroquiales, colaborador de revistas y de la radio y Delegado de los medios de comunieación en la diócesis de San Cristobal. Deseanse en paz.
El Padre Juan Francisco es un Santo, generoso e inspirador. Su amor nos sigue acompañando a los venezolanos. ¡Bendito sea!
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