
Da tu protección a todos quienes claman por una patria mejor, bendice a cada joven que sale a las calles clamando por libertad, justicia y mejores oportunidades para su presente y su mañana.
No permitas que siga derramándose la sangre de quienes alzan la voz para que se rectifique el rumbo que se ha dado a Venezuela. Tú que nos das la libertad a cada uno de tus hijos, no permitas que se siga confiscando ese don que viene de ti, libera a las autoridades civiles y militares de todo domino del mal, libera el corazón de todo aquel que se ha hecho presa del maligno enemigo y ayúdanos a construir la paz, la que nace de conocerte y proclamarte día a día, permite que el verdadero diálogo nos una, el diálogo que más conviene al país y no a los intereses personales.
Que sea tu sangre la que bañe a toda la nación para limpiarnos de nuestras culpas, pecados y omisiones, que tu poder nos alcance la gracia de volver a ser ese país próspero, joven y entusiasta que camina de tu mano para conquistar los valores de tu reino y juntos proclamar que vives en nuestra vida y que estás en cada hogar, en cada pensamiento de los venezolanos. Ayúdanos a reconstruir nuestra patria, sabiendo que siempre estás entre nosotros todo es más fácil. Ayúdanos a ser esos instrumentos dóciles para decir con San Francisco de Asís, Señor pon en nuestra patria a tus testigos que quieren ser instrumentos de tu paz.
OFS Altagracia
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