
Es doloroso cuando se hace el anuncio de un hermano que ha partido al encuentro del Padre, porque le sorprendió la hermana muerte de forma natural, triste es igualmente lo que estamos expuestos los venezolanos de a pie, los que andamos en ruta, los que andamos caminando pateando calle para lograr el sustento diario, o los que andan en sus propios vehículos. Vivimos a diario la angustia de salir y no saber si regresamos a nuestros hogares.A dónde nos seguirá llevando esta descomposición social?
Hoy nos unimos a todos nuestros hermanos franciscanos de Venezuela por la triste y dolorosa partida de nuestro hermano Alexander Pinto y no de muerte natural, a manos del hampa. Un religioso joven. Y lo más triste es que quienes deben brindarle seguridad al pueblo, nada hacen.
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